Mala digestión: Los síntomas de mala digestión
Las
molestias de
mala digestión puedes padecerlas casi a diario, sin embargo unos sencillos cambios en tu alimentación y algunos remedios naturales te ayudarán aliviarlas. Las
malas digestiones provocan los siguientes
síntomas: Mala digestión, digestión pesada,
dolor de barriga, indigestión, malestar, dolor abdominal, sensación de estar llena, náuseas, regurgitación, acidez, hinchazón estomacal, eructos, gases, diarrea, vómito o mal aliento son los síntomas de una digestión defectuosa.
Mala digestión: Los 10 síntomas de mala digestión
Si sufres
síntomas de mala digestión durante al menos
3 meses, debes acudir al médico para que te realice un examen clínico. Los
principales síntomas:
- Náusea
- Vómito
- Regurgitación
- Aliento desagradable
- Flatulencias
- Eructos en exceso
- Acidez
- Sensación de bulto en la garganta
- Saciedad estomacal
- Hinchazón del estómago
- Dolor que se agrava con situaciones estresantes o al comer
Mala digestión: Una buena digestión es vital
Si nuestro
aparato digestivo no funciona bien y no se controlan esas molestias, pueden originar lesiones, pero además no se absorben bien las vitaminas, minerales, proteínas y otros nutrientes, lo cual afecta la formación de las células estomacales y perjudica el funcionamiento del cuerpo y la salud.
La mala digestión permanente puede deberse a:- Una enfermedad, úlcera o lesión en el aparato digestivo
- Un problema en la forma en que el alimento se desplaza por el tracto digestivo
- Una alimentación inadecuada en la mayoría de los casos
- Un estilo de vida perjudicial
Mala digestión: Las causas de mala digestión
Un problema, distintos orígenes. Los médicos señalan que la mala digestión puede ser causada por los siguientes
trastornos:
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Orgánica: Se debe a un trastorno gastrointestinal, desde úlceras, pancreatitis, hepatitis, reflujo gastroesofágico, hasta endometriosis, diabetes, alteraciones tiroideas, cáncer digestivo o de ovario, aunque esto sucede en pocos casos.
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Inducida: Pueden ocasionar indigestión habitual el vivir con estrés, consumir grasas, tabaco, alcohol o medicamentos irritantes como los antibióticos, el hierro y el potasio, comer en exceso, rápido o con tensión nerviosa.
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Funcional: Existe una mala digestión que no es orgánica ni inducida, sino que se debe a trastornos en el funcionamiento normal del tracto digestivo, como una mayor secreción ácida o una mayor sensibilidad al dolor.
Mala digestión: Dieta para la mala digestión
Olvídate de los excesos. Para combatir la mala digestión, limítate con los siguientes alimentos:
- Grasas: Retrasan la digestión, estimulan la producción de ácidos, permanecen mucho en el estómago y causan malestar.
- Irritantes: El chile, la pimienta y el pimiento morrón irritan las mucosas digestivas.
- Cafeína: Las bebidas como el té, el café y los refrescos de cola irritan el esófago.
- Alcohol: Estimula la acidez estomacal.
- Leguminosas: Los frijoles, lentejas, garbanzos, alubias, chícharos y coles en general provocan flatulencia.
- Ácidos: Los cítricos, el vinagre y el tomate favorecen las agruras.
- Refinados: Las harinas blancas y azúcares favorecen el estreñimiento.
También puedes consultar la
dieta de buena digestión para obtener tu menú semanal para aliviar la digestión.
Mala digestión: Remedios caseros de mala digestión
Buenas costumbres alimenticia. Los problemas de mala digestión
inducida o
funcional pueden tratarse no sólo con medicamentos y
antiácidos, sino también con cambios en la alimentación, una
dieta de buena digestión y un estilo de vida:
1.
Elige comidas ricas en proteínas: El pescado, pollo, pavo, leche descremada ayudan a reforzar la válvula que protege el estómago.
2.
Limita los medicamentos: Consúmelos con cuidado porque afectan la digestión. Los antibióticos degradan la flora bacteriana intestinal, la aspirina inflama la mucosa gástrica y los laxantes irritan el intestino.
3.
Toma más yogurt: Sus microorganismos ayudan a regenerar y mantener la flora intestinal.
4.
Consume fibra vegetal: Regula la actividad intestinal y evita el estreñimiento. Consume entre 30 y 50 gramos diarios de fibra en frutas, verduras y cereales.
5.
Bebe agua natural: Facilita la digestión. Toma dos litros diarios, repartidos antes, durante y después de las comidas.
6.
Usa menos sal: Te ayuda a reducir la retención de líquidos y por lo tanto la hinchazón estomacal.
7.
Come con calma: Hazlo en un ambiente relajado, sentada, despacio, masticando bien y saboreando los alimentos, en vez de devorar en 10 minutos. Comer con tiempo suficiente previene gases, acidez y mala digestión.
8.
Come a la misma hora: El reloj biológico de tu organismo se acostumbra a los horarios fijos y así favoreces tu digestión.
9.
Reparte tus alimentos: Hacer cinco comidas ligeras al día, cada tres o cuatro horas, evitará el estómago vacío y el apetito descontrolado.
10.
Deja de fumar: El cigarro relaja el esfínter y fomenta el ardor estomacal.
11.
Cena ligero: Hazlo temprano y evita las cenas abundantes, pues causan reflujo.
12.
Reduce las bebidas gaseosas: El gas se expande en el estómago causando el efecto de una comida abundante.
13.
Haz ejercicio: La actividad física es importante para evitar la mala digestión y mejorar la actividad intestinal. Pero hazla al menos una hora después de comer, porque el estómago lleno produce indigestión.
14.
No abuses de los antiácidos: Pueden aliviar ocasionalmente la
acidez estomacal, pero no son un tratamiento adecuado para la mala digestión.
15.
Toma té de manzanilla: Es un antídoto natural muy eficaz, que aumenta la movilidad del tubo digestivo, ayuda a aliviar el dolor, acidez, gases, hinchazón estomacal, náuseas y vómitos. También puedes consultar los
remedios caseros de mala digestión.
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