Mala digestión y gases: ¿Qué es exactamente?
La
mala digestión y gases es una enfermedad del
aparato digestivo. ¿Padeces de mala digestión y gases? Te contamos los síntomas, tratamiento, medicación y dieta, con un listado de remedios para la mala digestión y gases.
Las causas mala digestión y gases
¿Es normal tener gases?
Las personas normales expelen gases (flatos)
10 veces al día, en promedio; sin embargo, expeler gases hasta
20 veces diarias todavía se considera normal. Los
trastornos del aparato digestivo son muy
frecuentes. Alrededor de un 15 a 20% de la población general sufre de mala digestión y gases.
¿Por qué tengo gases en la barriga?
Algunas personas sufren de abundantes
gases abdominales que expulsan en forma de
ventosidades y
eructos y que causan muchas molestias tanto para la propia persona (
dolor abdominal, disconfort y sensación de hinchazón y ruidos de barriga) como en los de alrededor (gases malolientes).
El gas en el intestino puede provenir de diferentes fuentes: del aire ingerido, de las reacciones químicas, de la difusión de gas el torrente sanguíneo o de la fermentación bacteriana. De la misma manera, la salida de gas se puede producir por: la emisión de eructos, la absorción intestinal, el consumo bacteriano en el colon o la evacuación anal.
Los síntomas de mala digestión y gases
¿Cuáles son los síntomas que se relacionan con los gases?
Eructar o regoldar se refiere a la emisión sonora por la boca de aire o gases que provienen del estómago. Esa desagradable sensación de llenura o hinchazón se conoce como
distensión abdominal. Flatulencia es expeler cantidades excesivas de
gas intestinal o flatos por el ano.
¿Cuál es la razón para tener síntomas de gases?
Existen
muchos factores importantes que influyen en los síntomas relacionados con los
gases, y entre ellos están: la cantidad de aire tragado; la eficacia del
tracto gastrointestinal para movilizar y expeler el aire o gases; y, la cantidad de
gases de la barriga producida por las
bacterias que habitan en el colon y actúan sobre los alimentos no digeridos por completo. Además, cada persona es diferente en cuanto a su sensibilidad o tolerancia a cantidades normales de gas retenido, o al paso por el intestino de cantidades normales de flatos. Generalmente la persona con
abdomen agudo se retuerce de dolor, es incapaz de sentirse cómoda, y protege la barriga con los brazos. La mayoría de las causas de
hemorragia se pueden curar o controlar. La endoscopia es el instrumento más común para diagnosticar y tratar la hemorragia en el
tracto digestivo.
El diagnóstico de mala digestión y gases
¿Puede una persona tragar demasiado aire?
Es evidente que algunas personas tragan
demasiado aire, el cual ingresa al estómago. Comer rápido, engullir la comida o bebida, y otros hábitos como beber con pajilla, masticar goma de mascar, chupar caramelos o usar dentaduras postizas flojas podrían contribuir a que la persona trague aire en exceso. Cuando una persona está nerviosa, traga con mayor frecuencia y traga más aire. Por otro lado, varias personas tragan y expelen aire en forma voluntaria porque tienen la capacidad de eructar a voluntad. En otras personas, en cambio, eructar en exceso es una conducta aprendida o hábito, que al principio pudo haberse relacionado con sentir algún tipo de alivio a síntomas de
indigestión pero que ahora continúa en forma casi inconsciente.
Curar la mala digestión y gases es posible
El
aire tragado que no se expele mediante eructos transita por el
tracto digestivo y, al final, sale en forma de
flatos por el recto. En personas normales, casi 50% de los
gases expelidos por el recto se deben a aire tragado, pero esta cantidad puede aumentar bastante entre aquellos que tragan aire en forma excesiva. Es sorprendente que la mayoría de personas que presentan distensión abdominal y flatulencia excesiva, no tragan ni producen gas en extremo. En esas personas, parece que la movilización del aire tragado, desde el estómago hasta el recto, es mucho más lento que lo normal. Además, a veces los gases podrían movilizarse por el camino equivocado y regresar al estómago. De manera que, pese a que la cantidad de gases podría ser normal, la gente puede presentar
distensión abdominal y “
gases” debido a que éstos no se movilizaron eficazmente, y podrían acumularse para provocar esas molestias fruto de más estiramiento de las paredes intestinales.
Tratamientos de mala digestión y gases
¿Puede el exceso de gases representar un problema grave?
En los pacientes, la causa de los
síntomas de gases muy pocas veces se atribuye a enfermedades graves subyacentes del tracto digestivo, como la enfermedad celíaca (intolerancia al gluten), el síndrome de “dumping” o la insuficiencia pancreática. Estas enfermedades podrían conducir a la mala digestión de los alimentos y traer como resultado diarrea excesiva, flatulencia y, en última instancia, malnutrición y pérdida de peso.
¿Cuándo se debe acudir al médico debido mala digestión y gases?
Los síntomas de gases, por sí mismo,
no son preocupantes ni indican ninguna enfermedad grave subyacente. Sin embargo, valdría la pena acudir al médico cuando los síntomas soy muy molestos y hay otros síntomas relacionados, por los cuales sería provechoso realizar más exámenes o administrar tratamiento. Entre los síntomas que un médico debe evaluar más a profundidad están:
dolor abdominal,
vómito,
diarrea,
estreñimiento, pérdida de peso,
sangrado del tracto gastrointestinal y, a veces,
acidez estomacal.
Remedios caseros de mala digestión y gases
Alimentación, dieta y nutrición
Algunas personas tienen dificultad para digerir completamente ciertos alimentos, y eso puede conducir a que transiten alimentos parcialmente digeridos desde el intestino delgado al colon. Puede seguir una
dieta de fácil digestión.
Elimine o disminuya de su dieta los siguientes alimentos:
No tome más de un vaso de leche al día. Disminuya el consumo de yogurt y quesos frescos. Evite el azúcar y utilice sacarina en su lugar. Un plato de pasta a la semana (macarrones, tallarines,...) sin tomate y con queso. Tome preferentemente frutas maduras y peladas: melocotón, albaricoque, piña, manzana, pera, melón, sandía, kiwi... Evite pasas, albaricoque, plátanos y ciruelas. Limite el uso de tomate, apio y zanahoria en las ensaladas. El tomate tómelo preferentemente pelado. Legumbres: Habas, alubias, garbanzos, lentejas, guisantes... (puede tomarlas en purés o bien pasadas por el "chino"). Verduras: Col, coliflor, coles de Bruselas, repollo, alcachofas, nabos, espinacas, acelgas, lechuga, espárragos, pepino, pimiento. Hortalizas: Cebolla cruda, patatas, rábanos. Cereales: cereales integrales, arroz, pan y harinas integrales. Frutas: pasas, albaricoque, piña, ciruela. Miscelánea: chocolate, bebidas gaseosas, refrescos de cola, cerveza, vino tinto.Navegar por categorías